Alfa

Alfa es una fábrica dedicada a la fabricación de máquinas de coser. Del conjunto de sus vastas instalaciones sólo se ha incluido en este Registro una pequeña parte, la que se refiere a la ampliación de 1955. Esta consistió en la construcción de un edificio para oficinas y la ampliación de los talleres con un cuerpo anexo a las mismas.

El emplazamiento escogido fue un solar en esquina, lo que determinó la disposición del cuerpo de oficinas en el ángulo, porque ofrecía las mejores condiciones para construir un edificio monumental que fuese la carta de presentación de la empresa, y los talleres en un pabellón anexo hacia la calle, con una articulación de fábrica de pisos.

El racionalismo del edificio descuella por la curva grácil que describe el de oficinas, que se caracteriza por la rotundidad de las líneas compositivas y por su dramático expresionismo. Es de destacar, igualmente, la ventana apaisada continua que rasga el ángulo curvo, aligerando la pesada monumentalidad del edificio, y el acierto textural en la utilización de los aplacados de piedra.

El edificio Alfa ejemplifica el canto de cisne del racionalismo de posguerra, un lenguaje superado ante la cada vez más imparable penetración del Estilo Internacional.
Gorka Pérez de la Peña Oleaga