Luis Vallet de Montano Echeandía
Plan (Huesca), 1894-Irún, 1982
Luis Vallet de Montano Echeandía obtuvo su título en la Escuela de Arquitectura de Madrid (1920), recibiendo su primer encargo por parte de Salvador Echeandía, propietario de la firma de perfumes Gal: la Villa María Luisa (1920), un caserón en estilo neovasco. En 1921, obtenía la plaza de arquitecto municipal de Irún, proyectando, como tal, edificios dotacionales como la Alhóndiga, el Matadero o el Stadium Gal. Participó también en la primera promoción de vivienda social de la ciudad, impulsada por el concejal socialista Florencio Iracheta.
Fue uno de los nueve arquitectos que, a finales de 1933, se incorporaron al Grupo Norte del GATEPAC, creado tres años antes por José Manuel Aizpúrua, Joaquín Labayen y Luis Vallejo. Así como los primeros miembros de la formación estaban plenamente comprometidos con las directrices de los CIAM, entre los incorporados posteriormente había arquitectos con una trayectoria anterior, quienes se incorporarían al movimiento moderno de manera más laxa, sintiéndose libres de todo compromiso con respecto a lo prescrito por los CIAM.
Fue Vallet quien proyectó la primera pieza de arquitectura moderna en su ciudad, gracias al encargo recibido por el doctor Alberto Anguera (1930). Vallet proyectó un chalé racionalista compuesto de cuerpos geométricos puros pintados en color rosa. Al mismo periodo pertenece su bloque residencial en la calle Francisco de Gainza (1931), cuyo lenguaje racionalista se evidencia en múltiples elementos. En 1932, el ayuntamiento le encomendaba el proyecto de un Pabellón de Baños y Lavadero Municipal. Vallet propuso un pequeño edificio de composición racionalista con llamativos colores en sus fachadas. En 1933, acometía sus dos últimos proyectos realizados en calidad de arquitecto municipal: el pabellón para la Recaudación de Arbitrios, construido en el puente Avenida, y un anteproyecto de nuevo mercado que no llegó a construirse. La ciudad sufría una dura crisis: las recaudaciones de la Aduana cayeron en picado, varias fábricas cerraron y el número de parados ascendió como nunca.
En septiembre de 1936, a las seis semanas del alzamiento en Marruecos, cuando el Comité del Frente Popular daba la orden de evacuar Irún, Vallet cruzó la frontera junto a su esposa, embarazada de siete meses, instalándose en Hendaya, Francia. Los sublevados se hicieron rápidamente con la ciudad y su Ayuntamiento, llevando a cabo una limpia integral de la administración municipal. En octubre de 1936, el nuevo Ayuntamiento instruía expediente por no haberse presentado en sus puestos de trabajo a 78 empleados municipales, Luis Vallet entre ellos. El proceso administrativo contra él se inició el 24 septiembre de 1936. El nuevo alcalde solicitaba la comparecencia del arquitecto, otorgándole un plazo de quince días hábiles. Al no presentarse, la corporación adoptaba cesarlo definitivamente en su puesto. También fue depurado como consecuencia de la Orden de 24 de febrero de 1940 de la Dirección General de Arquitectura, en la que se señalaba la necesidad de crear un organismo que unificase las diferentes resoluciones de las diferentes Juntas de Depuración de los Colegios de Arquitectos. Como consecuencia de sus ideas políticas, un total de 83 arquitectos resultaron represaliados mediante la aplicación de la Orden de 9 de julio de 1942, “por la que se imponen sanciones a los arquitectos que se mencionan”. En ella quedaban establecidas once sanciones, en grado decreciente en cuanto a su severidad. Vallet fue inhabilitado temporalmente para el desempeño de cargos públicos, directivos y de confianza.
En 1943, cesado como empleado municipal, le fue levantada la inhabilitación profesional y concedido el permiso para regresar a Irun. Con el fin de procurarse encargos renunció a la trayectoria arquitectónica mantenida hasta el inicio de la guerra, que correspondía a su más plena etapa profesional. En 1944 colaboró con el ingeniero René Petit en el proyecto del nuevo pantano del Ebro, situado entre las provincias del Cantabria y Burgos. Con la construcción del nuevo embalse, siete pueblos fueron anegados. En compensación, la Dirección General de Regiones Devastadas promovió la construcción de nuevos edificios residenciales y dotacionales bajo los cánones arquitectónicos que el nuevo régimen había instaurado en el Congreso de El Escorial de 1939, algunos de los cuales fueron proyectados por Vallet.
No fue hasta los últimos años de la década de 1950 cuando volvió a recuperar la intensa actividad cultural que lo caracterizó en la de 1930. Fue un asiduo colaborador de el semanario local El Bidasoa, junto con Gaspar Montes Iturrioz, José Gracenea o Antonio Valverde. En lo que a la obra arquitectónica se refiere, fue clave la figura de Jorge Oteiza, gracias al cual pudo volver a incorporarse al movimiento moderno. En 1956 proyectaba la casa-taller de la Avenida de Francia, en la que vivieron Oteiza y Néstor Basterretxea y sus familias. Fue en aquella casa donde los dos artistas desarrollaron la etapa central de su obra. En 1957, participó junto a Jorge Oteiza en la construcción del Memorial al músico Aita Donostia en el monte Agiña, un lugar rico en túmulos milenarios asociados a ritos sobre la vida y la muerte. Oteiza esculpió una estela cuadrangular en mármol negro procedente de Markina; Vallet proyectó una capilla de hormigón con forma de cascarón curvo, que haría resonar en su interior todos los sonidos de la montaña, con un rosetón con nueve vidrios de diferentes colores.
Tras la muerte del dictador, fue promulgado el Decreto Ley 10 de julio de 1976, en el que se concedía la amnistía por delitos políticos. Amparándose en dicha ley, Vallet remitía, en 1977, un escrito al último alcalde del régimen, solicitando la reincorporación en la plantilla municipal con el cargo que ocupaba en el momento de ser cesado de sus funciones. El 13 de octubre de 1977, era emitido el documento que aprobaba el reingreso en la plantilla del expedientado como arquitecto municipal, así como su simultánea jubilación forzosa. Fue un acto de reconocimiento y justicia para un hombre de 84 años que pudo descansar así hasta sus últimos días.
Biografía a cargo de Lauren Etxepare y Fernando García-Nieto
Bibliografía
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