Antoni de Moragas Gallissà
Barcelona, 1913-1985
Antoni de Moragas i Gallissà nació en Barcelona, en el seno de una familia culta y burguesa, en la que había diversos arquitectos. De entre ellos, destaca su tío Antoni Maria Gallissà, arquitecto modernista autor de varias obras destacables. Durante los veranos, su familia residía en Argentona, al igual que Josep Puig i Cadafalch. Ambos entablaron una amistad que avivará el interés de Moragas por la arquitectura. En 1941, inicia los estudios en la Escuela de Barcelona. A raíz de la relación con Puig i Cadafalch, Moragas se impregnó del espíritu intelectual y el compromiso cultural propio del novecentismo. Como estudiante formó parte de una cofradía defensora de la cultura clásica, cultura que ocupaba un papel central en el pensamiento y en la arquitectura de este periodo. Sin embargo, ya como aspirante a arquitecto, Moragas abrazaría pronto el racionalismo arquitectónico del que sería un firme defensor.
En el contexto de posguerra, el Colegio de Arquitectos convocó un concurso para reflexionar sobre la vivienda social. Moragas gana este concurso junto a Josep María Sostres, Francesc Mitjans, Ramón Tort, Josep Antón Balcells y Antoni Perpiñá, con una propuesta que ponía más énfasis en aspectos políticos, sociales y económicos que propiamente tipológicos. Junto con los arquitectos antes citados, uniéndose a ellos también Oriol Bohigas, José Antonio Coderch, Manuel Valls, Joaquim Gili y Josep Maria Martorell, fundaron el Grupo R.
Trabajó asociado con Francesc de Riba Salas en la mayoría de sus trabajos. Su obra es especialmente prolífica en edificios residenciales plurifamiliares, algunos de ellos con una fuerte presencia urbana como los edificios de la Vía Augusta o la Casa dels Braus en la Gran Via barcelonesa. Destacó también como interiorista: los vestíbulos de sus edificios de vivienda son muy apreciados y se han ido convirtiendo en referentes del interiorismo barcelonés. También hizo incursiones en el diseño industrial: fue un activista y un precursor del concepto de diseño y de la producción industrializada frente a la artesanía. Para ello, fue fundador de la Asociación de Diseño Industrial del FAD (Fomento de las Artes Decorativas) ADI-FAD y director de ésta desde su creación, en 1968, hasta su muerte. Sus edificios recogen el interés por la industrialización mediante la utilización de elementos prefabricados de hormigón visto o con el acabado de “piedra lavada”. Por esta razón y por la tendencia a mostrar la estructura portante como medio expresivo en sus edificios, su arquitectura se califica a menudo de “brutalista”. La pasión por el diseño industrial se lleva, en algunas de sus obras, a las máximas consecuencias: diseñando todos los detalles y elementos decorativos, como las lámparas, las barandillas o las célebres plaquetas de chapa plegada que dan la impresión de ser baldosas cerámicas.
Otra característica de su obra es el “organicismo”, especialmente presente de los elementos de diseño interior y decorativos. Moragas era un gran conocedor e impulsor del diseño y la arquitectura nórdicos, y las influencias de la obra de Alvar Aalto son muy visibles en algunas de sus obras como, por ejemplo, en la planta baja o en la escalera del Hotel Park. A través del Colegio de Arquitectos pudo invitar a Barcelona a muchos de los arquitectos que admiraba, junto con las grandes personalidades de la cultura arquitectónica del momento: Alberto Sartoris, Alvar Aalto, Bruno Zevi, Gaston Bardet, Nikolaus Pevsner, Gio Ponti o Alfred Roth, entre otros. Con algunos entabló una sólida amistad.
Más allá de su arquitectura y de su faceta como diseñador, Antoni de Moragas i Gallissà destacó por su protagonismo en la vida cultural y asociativa de la Barcelona de posguerra y por el compromiso por la defensa de la profesión. En 1966, participó en la Asamblea del Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Barcelona que fue reprimida por las autoridades franquistas, un hecho histórico conocido como la “capuchinada”. Ocupó diversos cargos en la junta directiva del Colegio de Arquitectos de Catalunya, siendo elegido decano en dos mandatos no consecutivos. Fue merecedor de la Creu de Sant Jordi ─máxima condecoración de la Generalitat de Catalunya─ y de la medalla de oro del FAD. Fue miembro del International Council of Societies of Industrial Design, vocal de la Junta de Museos de Barcelona y académico de la Real Academia de Bellas Artes de Sant Jordi. Fue miembro del Club 49 ─grupo artístico vinculado a la editorial Cobalto y el grupo ADLAN─, del que formaban parte Sixte Illescas, Sebastià Gash o Alexandre Cirici, entre otros. Fue decano de Ediciones 62, presidente del grupo de comunicación El Món, de Edigsa, y de Omnium Cultural. Además, fue un asiduo de tertulias y peñas, amante de la ópera y coleccionista de arte medieval.
Biografía a cargo de Roger Subirà
Bibliografía
AA VV, Antoni de Moragas i Gallissà. Bloc d’Habitatges amb Francisco Roba de Salas, Coleccions COAC.07, Arxiu Històric del Col·legi d’Arquitectes de Catalunya, Barcelona, 2016
ROQUETA, Santiago, Antoni de Moragas i Galissà, Colección Clásicos Españoles del Diseño, Santa&Cole, Barcelona, 2010.
MONTANER, Josep Maria, Antoni de Moragas i Galissà, Publicacions del Centre de Documentació, Actar, Barcelona, 1998.
DE MORAGAS I GALLISSÀ, Antoni, “Els deu anys del Grup R”, en Serra d’Or 11-12 [separata], Barcelona, noviembre-diciembre de 1961.