Casa Olano

Esta obra singular es el resultado de la aplicación de la experiencia José Antonio Coderch en el proyecto de viviendas unifamiliares al paisaje de la costa cantábrica. En esta transposición aparecen una serie de elementos nuevos que pueden interpretarse como un homenaje a la arquitectura vernácula de la región. La planta se articula a partir de la macla de dos pentágonos irregulares; el primero, aloja una compleja distribución de dormitorios, cocina y servicios, y el segundo, abriga el gran salón y la terraza volada que lo rodea. Esta, a modo de gran solana o balconada, se convierte en el elemento más característico de la vivienda, y aprovecha el desnivel del terreno para presentarse como una forma autónoma, apoyada sobre delgados pilares desplazados; este hecho posibilita la incorporación del bellísimo paisaje de la ría de La Rabia al interior del salón. El techo de este último no es plano, sino que dibuja las tres aguas de la cubierta, una solución que es excepcional en la obra de Coderch. Frente a estas características, pasan a un segundo plano otros elementos, típicos también de sus viviendas situadas junto al Mediterráneo: fachadas blancas, puertas correderas de rejilla, o muros prolongados hacia el exterior cerrando un patio lateral.
Ricardo Ortiz Santa Cruz y José Miguel Remolina Seivane