Complejo parroquial Nuestra Señora de la Luz

El conjunto, de forma rectangular, se retranquea 3 m de la calle Fernán Núñez para crear un ámbito más amplio de acceso. El alzado principal, prácticamente cerrado, se abre sólo en un lateral para conectar con un paso de servicio y en la parte central para entrar directamente a un claustro con voluntad de atrio que permite la distribución del templo y de las dependencias parroquiales, que incluyen un centro social.

El templo se dispone en la mitad occidental de la parcela, pero sin apurar toda la ocupación del suelo, pues deja un estrecho paso tras el presbiterio. A la iglesia, prácticamente cuadrada y cerrada, se accede por tres puertas desde el claustro; una galería perimetral en L que alberga la capilla del Santísimo, iluminada con luz cenital, y los confesionarios. Se sostiene mediante columnas metálicas y configura, como en el cercano claustro, la propia nave de la iglesia, de forma cuadrada y donde se disponen los bancos, el presbiterio con el altar sobre unos escalones y la impresionante cubrición formada por una pirámide truncada con cubierta de cinc que contiene dos tipos de lucernarios: uno en la parte interior que ilumina el presbiterio y otros perimetrales lineales que iluminan el conjunto con una luz cenital homogénea y plena que proporciona, por ocultación de los apoyos de la doble pirámide superior un efecto de gravitación favorecido por la iluminación.

En el presbiterio encontramos sólo dos elementos que especifican el muro de ladrillo desnudo: el órgano y un pliegue con la virgen iluminada por un pequeño hueco superior. En el muro de acceso de la iglesia se disponen, además, un almacén, el baptisterio –con lucernario circular– y la sacristía, que se abre al claustro. Este claustro, con pórticos de pilares metálicos, se ajardina y se puntualiza con la torre campanario, también metálica, rematada con una cruz griega, auténtico hito visual del conjunto a modo de mástil. Dispuesta en el extremo contrario al acceso, esta torre, junto al arbolado del claustro, sirve de pantalla al resto de las dependencias parroquiales. Más cercanos al acceso se distribuye el centro social, con el bar –hoy sustituido–, una escalera de comunicación al sótano y a la planta superior, y el salón de actos. En la planta inferior se encuentran el salón de juegos y el club y, en la superior, una sala de juntas y despachos. En la parte más alejada de la entrada, se introducen las viviendas de los sacerdotes, con su escalera, y varios despachos. En las dos plantas superiores se disponen dos residencias por planta, con un paso corrido sobre el claustro en la primera y una terraza en la segunda.

Los austeros alzados se realizan de fábrica de ladrillo visto con aparejo a tizón, remates a sardinel y zócalo de hormigón visto. En el interior se utiliza fábrica vista de aparejo a soga, tanto en el claustro como en la iglesia y estancias interiores. Tanto las escaleras como la carpintería y el resto de detalles arquitectónicos están muy cuidados y presentan una gran calidad dentro de la sencillez que maneja el arquitecto en todo el conjunto. 

Equipo redactor Arquitectura de Madrid y Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid. Revisión y adaptación: Servicio Histórico, Fundación Arquitectura COAM: Alberto Sanz Hernando. Colaboradoras: Margarita Suárez, Beatriz Gutiérrez, Miriam Martín, María José Mier y Silvia Mata