Casa en la calle do Ameal

La casa de la calle do Ameal, una vivienda aislada, permitirá al arquitecto una mayor libertad a la hora de realizar el proyecto. Celestino de Castro resume la noción de la «casa como máquina de habitar» no sólo en el sentido de que «la arquitectura tiene que servir», sino con el deseo de que la «arquitectura tiene que conmover». La estructura de esta casa está formada por las dos láminas de granito que Júlio Pomar pintó de azul cobalto, complementadas con el naranja de las láminas de los brise-soleils, y tres pilares centrales. La ventanas corridas, los retranqueos de los balcones, las marquesinas a modo de parteluces orientables, la cubierta con una terraza-jardín con césped que prolonga el espacio social, los armarios empotrados como en una «casa barco», y la introducción de innovaciones técnicas punteras llevadas a cabo de un modo estructuralmente ejemplar, hacen de esta casa, proyectada en 1949 y construida entre 1950 y 1952, un paradigma de la arquitectura moderna portuguesa.
Ana Tostões