Denominación actual:
Autoria: Francisco García González Juan José Estellés Ceba Pablo Soler LLuch
Colaboradores y detalle autoría:
Memoria
La Ciudad Ducal constituye una sencilla demostración de que la existencia de diferentes factores, algunos vinculados al proyecto arquitectónico, pueden propiciar un ambiente placentero que invita a permanecer en un lugar. En efecto, la proximidad al mar, un clima benigno y la presencia de jardines en combinación con cierta disposición de espacio libre constituyen una estupenda base para que la arquitectura armonice con su entorno. Aunque el conjunto es el resultado del trabajo de varios arquitectos y está formado por una serie de edificios de distinta configuración, ofrece un carácter unitario indudable, donde subyace la idea germinal de una colonia de vacaciones, alejada de la habitual especulación del suelo turístico mediterráneo. La estrategia de ordenación ha consistido en buscar orientaciones con buenas vistas y en desplegar una evidente generosidad en el tratamiento de lo colectivo para fomentar las relaciones sociales. Todo ello explica la reiteración de amplias terrazas que caracterizan los alzados y la propia ubicación perimetral de las piezas arquitectónicas, con un restaurante en el centro de uno de los bordes costeros.
La urbanización se disemina sobre tres parcelas rectangulares, dos de ellas en primera línea de playa, de las cuales la de mayor profundidad presenta una implantación más compleja, debido a la variedad de formas y al número de los edificios. Sus plantas responden a tres esquemas: cinta quebrada ortogonalmente, figura de tres brazos y un bloque lineal serpenteante. A pesar de que este último tipo nos pueda recordar a Le Corbusier y a sus amigos, como Reidy o Niemeyer, en realidad la referencia cultural procede de una obra de Gropius en Berlín. En Gandía se trataba de absorber con los núcleos de escaleras las suaves inclinaciones que acusa el perímetro construido. El mismo arquitecto J. J. Estellés- firma otras dos intervenciones de este conjunto, las cuales, emplazadas en solitario sobre cada una de las otras dos parcelas, desarrollan otros bloques lineales, uno de ellos doblado y perforado por una calle patio interior, aunque sus secciones superiores cierran un rectángulo.
Los bloques de apartamentos tienen cinco alturas como máximo, y disponen de viviendas pasantes de dos a cinco dormitorios, en las que destaca, por su relativa precocidad, la existencia de dos baños en casi todas ellas. La estructura porticada es de hormigón armado y los detalles de los testeros de ladrillo, las celosías, las mallorquinas y la cerrajería ayudan a homogeneizar un paisaje construido donde predomina el blanco.
Carmen Jordá
Uso original: Uso residencialConjunto de viviendas
Reportaje fotográfico:
Categoría: Nivel A
Registro: La vivienda moderna
Bibliografía:
- CENTELLAS, Miguel, JORDÁ, Carmen, LANDROVE, Susana, eds., La vivienda moderna, Registro DOCOMOMO Ibérico, 1925-1965, Fundación Caja de Arquitectos/Fundación DOCOMOMO Ibérico, Barcelona, 2009.
- JORDÁ, Carmen, ed., Vivienda moderna en la Comunitat Valenciana, Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana, Valencia, 2007, págs. 200-205.