Grupo residencial Torres Universidad

Las tres torres que forman el grupo residencial se sitúan de manera a evitar la alineación a vial. Tan solo una de ellas ocupa una de las esquinas, y libera el máximo espacio libre para las otras dos. Las tres piezas se conectan entre sí a través del jardín –un oasis dentro de la actividad urbana– mediante pasos exteriores semipúblicos cubiertos por un pesado forjado, que enfatiza su horizontalidad. El perímetro de la parcela se cierra parcialmente mediante unos locales comerciales alineados en su mayoría, estos sí, a la calle, dando así privacidad al jardín. Todo el subsuelo de la parcela está ocupado por un aparcamiento que se conecta directamente con los edificios.

Cada una de las torres (y los pasillos externos de comunicación) se construyen con estructura de acero y forjados reticulares de hormigón. El exterior presenta dos únicos materiales en una composición que enfatiza siempre la componente horizontal frente a la verticalidad del volumen: el revestimiento con ladrillo oscuro de juntas muy marcadas y el aluminio para las carpinterías, los faldones macizos de las barandillas y antepechos y las caras inferiores de los voladizos, lo que les confiere una gran sensación de ligereza frente a los pesados paramentos de ladrillo.  En la parte superior se repiten los elementos horizontales de ladrillo a modo de remate superior de las terrazas, dotando al cuerpo construido de una mayor ligereza e inmaterialidad en su coronación. 

La planta, igual en las tres torres, presenta cuatro viviendas que se organizan a modo de racimo, alrededor de un núcleo de comunicaciones central de desarrollo longitudinal. Tres de estas viviendas son claramente reconocibles en el volumen exterior de la torre, presentando tres fachadas libres a tres orientaciones. Todas las viviendas poseen el mismo programa funcional: un estar con comedor conectado con una amplia terraza, una generosa cocina con una pequeña terraza anexa y cuatro dormitorios. 

Jaime Prior y Llombart