Parque de Bomberos de Gijón

Se trata de un edificio exento formado por dos plantas de grandes dimensiones en el que los elementos verticales se contraponen al volumen horizontal. La planta, casi rectangular, se resuelve en torno a un patio interior de 15 x 35 metros. Una crujía lo envuelve por los lados este, sur y oeste y se cierra mediante una doble crujía porticada en la parte norte, para el acceso de vehículos. A fin de resolver el encuentro entre las fachadas no perpendiculares, éstas se rematan en cuerpos cilíndricos que contienen las escaleras y articulan el volumen principal de accesos por el norte. La torre, de posición ligeramente excéntrica respecto al eje longitudinal, queda maclada con la crujía sur. El edificio combina dos sistemas estructurales diferentes: muros de carga y pórticos de hormigón armado. Así, las crujías este y oeste se resuelven con los muros de fachada actuando como estructura portante vertical, mientras que la crujía sur se resuelve con el mismo sistema pero alberga la torre, que mantiene su propia estructura. Aparece un muro de carga intermedio que desdobla la crujía para alojar la escalera. Los diferentes usos que el edificio ha acogido: escuelas, parque de bomberos, sede de la policía local, lo convierten en un referente para los ciudadanos.
Juan Ignacio San Marcos Espinosa