Hotel Ritz

En una época en la que crecían en la ciudad nuevas zonas residenciales que obedecían a la Carta de Atenas refrendada en las Unités, el Ritz surge obedeciendo también al mismo lenguaje. No tan obediente, no obstante, como los citados edificios residenciales, ya que está sólo parcialmente apoyado en pilares y su arquitectura no es económica o despojada, y sí monumental. La monumentalidad del hotel Ritz se ve acentuada por su dimensión, que contrasta con el modesto barrio residencial del entorno proyectado en la década de 1930, y por el revestimiento integral de mármol de las fachadas, así como por los interiores lujosamente diseñados y decorados por una vasta colección de obras de arte. La monumentalidad del Hotel Ritz reside también en la perfección de su geometría. Ana Assis Pacheco