Farmacia Vitália

La intervención arquitectónica en la Farmacia Vitália de Manuel Marques es sintomática del espíritu de renovación que vive el medio artístico portugués en la década de 1930. […] La obra de la Farmacia Vitália interfiere violentamente en la fachada, hasta entonces intacta, del edificio de raíz pombalina construido como remate sur de la Plaza Nova, en el Paseo das Cardossas. Se trata de un espacio marcado en el exterior por una intervención que aborda esencialmente la superficie, como si el objetivo pretendido fuese un elemento gráfico, casi publicitario. El símbolo de la cruz roja destaca sobre el fondo negro de las superficies de vidrio enmarcadas por una delicada carpintería metálica. En contraste, se diseñan otros dos elementos suspendidos sobre el vidrio, densos, blancos, en los que se abren dos vanos cuadrados, subrayados por frisos de connotaciones art decó. La fachada se convierte en un ejercicio de composición abstracta de calidad inolvidable. Podría afirmarse que Vitália, el nombre de la farmacia, expresado en una grafía vigorosa, traduce un concepto que estará presente en las obras proyectadas por Manuel Marques durante ese período de afirmación de una profunda renovación y de la más fecunda creatividad. Equipa IAPXX Norte, coordenação Sérgio Fernandez