Memoria
En este edificio, Fisac creó un volumen con plantas diáfanas de proporciones cercanas al cuadrado para flexibilizar la ordenación de las mesas de trabajo. Esa libertad iba también potenciada por una iluminación potente y uniforme, según el concepto de oficina moderna americana que aquí se implanta en la década de 1960, quedando la apertura al exterior limitada a las rendijas que permite el ingenioso cerramiento de fachadas formado por piezas huecas de hormigón pretensado de dos centímetros de espesor de pared y con sección en boomerang rellena de aislante. De este modo se protege el interior de la orientación poniente que domina el edificio y se dan vistas controladas sobre la Castellana que eviten la claustrofobia, a la vez que se expresa con claridad hacia el exterior la naturaleza del edificio, como construcción de planos horizontales sellados por unas tapas anguladas que se combinan hacia dentro y hacia fuera, alternándose en cada planta para acentuar su carácter suplementario. Una reforma de 1990 cambió sensiblemente el aspecto interior del proyecto original.
Equipo redactor Arquitectura de Madrid y Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid. Revisión y adaptación: Servicio Histórico, Fundación Arquitectura COAM: Alberto Sanz Hernando. Colaboradoras: Margarita Suárez, Beatriz Gutiérrez, Miriam Martín, María José Mier y Silvia Mata
Uso original: Uso administrativoOficinas
Reportaje fotográfico:
Categoría: Nivel B
Registro: Ampliación temporal, 1965-1975
Bibliografía:
- AGUILÓ, M. P., “Espacios interiores y mobiliario de Miguel Fisac”, en Informes de la construcción vol. 58 núm. 503, julio- septiembre 2006, págs. 57–64.
- Arquitectura 127, julio de 1969, págs. 9-10.