Casa en Corrubedo

La casa que un joven recién titulado Manuel Gallego construye para su familia en Corrubedo como refugio vacacional se ubica en un entorno privilegiado. En un paisaje dunar abierto al Atlántico, la vivienda se formaliza a partir de un planteamiento dual. Por una parte, la construcción del lugar, a partir del crecimiento en altura de un muro de piedra que crea un recinto protegido del continuo viento procedente del mar. Este muro refleja la tradición del lugar, con piedras sin mortero para permitir el paso del viento y ofrecer menor resistencia. Por otra, creado el recinto, la vivienda se dispone como una pieza abstracta y funcionalista que encaja en una idea de modernidad ortodoxa. Toda la casa se desarrolla en planta baja extendiendo sus espacios al recinto protegido, salvo un altillo–mirador que se levanta para captar las espléndidas vistas hacia el mar e incorporarlas a la privacidad de los espacios domésticos. 

Luz Paz Agras