En 2023 se cumplen cien años del nacimiento de Fernando Távora (1923-2005), maestro del Movimiento Moderno en Portugal, cuyo legado sigue en plena vigencia. Del conjunto de su obra construida, la Fundación Docomomo Ibérico sólo ha registrado seis edificios: el Barrio de Ramalde (1952-1960), el Mercado Municipal de Santa Maria da Feira (1953-1959), la Casa del Dr. Fernando Ribeiro da Silva en Ofir (1956-1958), el Pavilhão de Ténis da Quinta da Conceição (1956-1960), la Escola Primária do Cedro (1957-1961) y, finalmente, el Convento das Irmãs Franciscanas de Calais (1961-1971). Todos pertenecen a la primera etapa de su vida profesional, el periodo comprendido entre 1945 y 1962.
Tiempo también de profunda reflexión en el que escribió la primera versión de “O Problema da Casa Portuguesa" sobre el estudio de la casa tradicional; el ensayo Da organização do espaço que relaciona unívocamente urbanismo y arquitectura; su columna de opinión en O Comércio do Porto; su Diàrio de Bordo realizado durante su viaje por el mundo; o el artículo “O encontro de Royaumont” que resume la experiencia vivida en esta reunión del Team 10, independiente del Congrès International d'Architecture Moderne. La evolución de su pensamiento teórico, y de sus principios arquitectónicos, fue independiente de cualquier estilo, siendo más bien la maduración de lo válido tanto en lo moderno como en lo tradicional.
Obras y escritos siempre estuvieron en continua interacción e indisociablemente vinculados a sus experiencias personales, tanto en su estudio como en la escuela de Oporto. Sin embargo, su aporte no ha sido tan reconocido como merece, a pesar de haber influido en Álvaro Siza y Eduardo Souto de Moura, ambos galardonados con el Premio Pritzker. La visita a sus edificios así como la consulta a los archivos del arquitecto y de los municipios donde estos se construyeron; junto al estudio de sus escritos, han resultado claves para investigar su transformación en maestro de la arquitectura portuguesa de la segunda mitad del siglo XX.