Casas modernas en Galicia: arquitecturas-paisaje

Casas modernas en Galicia: arquitecturas-paisaje

Acostumbramos a identificar la arquitectura moderna con una serie de características universales que, si bien son útiles para sistematizar un compendio de arquitecturas que comparten planteamientos de base, dejan en un segundo plano aspectos que, sin embargo, son definitorios en muchos de ellas.

Los vínculos con el lugar y su configuración a partir del paisaje en el que se insertan y del que pasan a formar parte son algunas de las cualidades que han quedado relegadas frente a la potencialidad arrolladora del progreso, vinculado a la lógica productiva de los procesos industriales y, en muchas ocasiones, a ámbitos urbanos.

En la modernidad gallega, partiendo de las premisas de un movimiento universal, adquiere, sin embargo, un papel protagonista la relación de la arquitectura con el paisaje o, de forma más específica, con la diversidad de los paisajes atlánticos en los que se materializa. Es en la construcción de las arquitecturas domésticas de menor escala, la casa, tal y como ha sucedido en la tradición gallega, donde estas relaciones son más explicitas y determinantes.

Se presenta en esta exposición una selección de arquitecturas domésticas que aportan una lectura variada de diferentes planteamientos singulares, donde cada autor introduce matices diferentes en estos vínculos entre arquitectura y paisaje.

El jardín como paisaje intermedio

Las casas de la primera modernidad gallega, como la Caramés o la Cervigón, construidas en la década de 1930 y próximas a A Coruña, se sitúan en el borde de la ría. Sus formas racionalistas, a modo de barcos varados, trazan vínculos con el lugar mediante dos mecanismos: con amplias vistas hacia la ría y con la construcción de un jardín como paisaje inmediato e intermedio, que se incorpora a los espacios interiores, tanto funcional como espacialmente.

El paisaje desde dentro

Un ejercicio de plena inmersión en el paisaje que participa de sus bondades e inclemencias fenomenológicas puede vivirse en el Refugio de A Roiba, construido en la década de 1960 por Ramón Vázquez Molezún en la Ensenada de Bueu (Pontevedra). Es una pieza mínima, insertada en las ruinas de una antigua fábrica de Salazón. Forma parte del paisaje y entiende el lugar, modulándose en función de las mareas, de los vientos y de la vida marinera.

La construcción de lugar: naturaleza y artificio

La confrontación entre naturaleza y artificio es un planteamiento que comparten Manuel Gallego y Alejandro de la Sota en sus casas, una frente a las dunas de Corrubedo y la otra en el entorno de Pontevedra. Ambas plantean un diálogo, donde lo natural se identifica con el entendimiento del lugar y se materializa a través de la construcción vinculada a la tierra y a la tradición, y el artificio con la introducción de materiales industrializados que se insertan en lo natural.

El paisaje en sección

Bar Bóo contribuye a la construcción del paisaje a través de la elaboración espacial y constructiva en sección, que se suma a la variedad y complejidad propia del corte transversal de la ladera de los montes de Vigo descendiendo hacia la Ría. Tanto la Casa Ibáñez Aldecoa como el Chalet para Daniel Vázquez se explican atendiendo a esta estrategia proyectual. Contundentes muros de piedra, transversales a la pendiente, anclan las viviendas al terreno y actúan como soporte de unas plataformas ampliamente abiertas al exterior, que difuminan los límites entre paisajes.

• En profundidad: Casas Modernas en Galicia: arquitecturas-paisaje