Sobre el derribo de la casa Guzmán, de Alejandro de La Sota

 

Una vez más se pone de manifiesto la desprotección de la arquitectura del movimiento moderno. Uno no puede dejar de preguntarse cómo es posible que la casa Guzmán, una obra tan destacada de uno de los arquitectos españoles más reconocidos de la modernidad, pueda haber desaparecido sin más. Que, en su lugar, se levante ahora algo de tan escaso interés como la vivienda que se recoge en prensa no hace más que poner de manifiesto la dejadez de las administraciones a la hora de encarar la protección de la arquitectura del siglo XX. Los esfuerzos de instituciones y estudiosos por poner en valor esas arquitecturas se revelan insuficientes frente a quienes tienen el deber y la potestad de actuar y parece no quedar más que el lamento. Pero no puede ser así, es necesario y urgente transmitir los valores de la arquitectura moderna a la sociedad e integrar esas arquitecturas en los mecanismos de protección patrimonial. Que el derribo de la casa Guzmán no haya quedado en el silencio y haya ocupado las páginas de los periódicos es quizás una esperanza, pero queda, desde luego, mucho camino por hacer si no queremos que la historia de la arquitectura del movimiento moderno quede sólo en imágenes y escritos sobre el papel que atestigüen algo que fue y dejó de existir.

 

Más información en la página web de la Fundación Alejandro de La Sota

Más información sobre la casa Guzmán en el archivo de la Fundación Alejandro de La Sota

Más información en El País

Más información en el ABC

 

 

Más información en El Ideal

 

 

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