Residencia de estudiantes Luis Vives

Esta residencia de estudiantes, ejemplo del esfuerzo realizado durante la República en materia de dotaciones educativas, fue paradójicamente culminada en pleno franquismo, ya que la Guerra Civil interrumpió su construcción. Se sitúa en la avenida de Blasco Ibáñez, una gran arteria en la que se creó la Ciudad Universitaria tras desestimarse la idea original de ciudad-jardín.

El edificio no se ciñe a los límites del solar, sino que deja una zona ajardinada perimetral, permitiendo al autor trabajar libremente la volumetría. La obra es simétrica y escalonada, creciendo desde la parte posterior del conjunto hacia el frente de acceso y desde los lados del mismo hacia su eje. Con este recurso se logra que el alzado principal tenga una presencia urbana acorde con la anchura del vial.

Las fachadas revisten interés por la horizontalidad lograda gracias a antepechos continuos, impostas y marquesinas redondeadas de evocación náutica. Sin embargo, los alzados resultan algo convencionales si los comparamos con la audacia de los dibujados en la perspectiva del proyecto. La estructura consiste en pilares de hormigón armado y en algún muro de carga de ladrillo. Los soportes se integran en los muros de cerramiento o en la tabiquería, apareciendo exentos sólo en el sótano.
Carlos Izquierdo García