La Muralla Roja

Este conjunto residencial forma parte de la ordenación La Manzanera, situada en un acantilado cuya topografía propicia la imagen defensiva buscada por Bofill.

Conceptualmente forma parte de la investigación afín a las megaestructuras desarrollada en el Castillo de Kafka, el Barrio Gaudí, Walden 7 y en el proyecto “Ciudad en el espacio”. La ordenación en forma de cluster es una alternativa a los bloques quetambién es la empleada por GO-DB Arquitectos en Les Gavines, El Saler.

El complejo conjunto se resuelve con un único módulo, un cuadrado 5 m de lado. Por agregación y gracias a la geometría, se obtiene el orden superior de la unidad residencial en forma de cruz griega. La estrategia modular sitúa el Taller de Arquitectura en la estela de Rafael Leoz en torno al módulo L. Las unidades cruciformes conforman torres pareadas de tres o más plantas, según los desniveles del solar. Cada grupo de dos torres constituye un núcleo básico de agrupación. Comparten el acceso, configurado desde un espacio abierto, un patio que contiene el sistema de escaleras a la manera del gótico civil residencial del Mediterráneo.

El conjunto se desarrolló en dos fases. La primera etapa, correspondiente al núcleo A, se conformó por un grupo de dos torres, a su vez pareadas, situadas en el extremo sur del acantilado. La ordenación crece hacia el interior del solar añadiendo los núcleos B, C, D y E. Los núcleos A y B son idénticos y forman una agrupación, mientras que los denominados C, D y E son iguales entre sí y están compuestos por una torre pareada que se ramifica a partir del tipo B.

Así, siete pares de torres pareadas, situadas sobre una matriz de trama cuadrada, configuran una pequeña y compacta ciudadela. El interior se aligera con cuatro patios de gran tamaño y de contorno quebrado para la entrada de luz.La agrupación consta de 62 viviendas: estudios de 60 m2, apartamentos de dos o tres dormitorios, de 80 y 120 m2 respectivamente.

El módulo residencial de planta cruciforme lo forman cinco cuadrados. Tres se concatenan espacialmente en la secuencia vestíbulo-comedor-salón. Los otros dos se disponen en torno al cuadrado central, cada uno con un dormitorio. Junto al vestíbulo y en otro cuadrado, se ubica el núcleo de cocinas y baños.

La topografía condiciona la accesibilidad resuelta con plataformas-graderío y caracteriza unaimagen vertical y abrupta, enfatizada por el color. Como en Walden 7 se empleó la dualidad cromática. Al exterior, “la gama de rojos como referencia a las torres de adobe”. En el interior los azules para escaleras, patios y la piscina de la cubierta.

Maite Palomares