Instituto Femenino Nuestra Señora de la Guía

Jenaro de la Fuente, que había centrado su interés por la modernidad en aspectos puramente formales, en los años treinta, recupera el ideario moderno con plenitud a mediados de la década de los cincuenta, ya cumplidos los sesenta años. El antiguo Instituto Femenino de Vigo es uno de los mejores ejemplos de la plena modernidad asumida por este arquitecto, lo que constituye una rareza en su grupo generacional. El gran vestíbulo, precedido por una marquesina, inspirada en la libertad de las formas modernas sudamericanas, se abre a un aula magna delimitada por muros curvos, y a un gran espacio de esparcimiento, acristalado hacia el jardín, que incluye elementos vegetales interiores para difuminar los límites entre interior y exterior. La terraza transitable que cubre el cuerpo principal del edificio y la fachada revestida de placas de granito y gres aportan rasgos de fuerte personalidad a esta obra.

Este edificio utiliza una de las ideas más características de la ciudad moderna: resolver e integrar los espacios de recreo y esparcimiento, en planta baja y sobre la cubierta plana, dejando el entorno liberado para ser tratado como un jardín. Así es posible disfrutar de un espacio abierto, amplio, luminoso y rodeado de elementos vegetales, bajo cualquier condición meteorológica.
Fernando Agrasar