Grupo Stella Maris

Este grupo de 228 viviendas subvencionadas, destinadas tanto al arrendamiento como a la venta, surgieron por iniciativa de la Unión Naval de Levante para sus trabajadores de los cercanos astilleros, una actividad laboral que se verá reflejada en la denominación del puente junto al que se emplazan en las proximidades de la desembocadura del río Turia, en la barriada marítima de Nazaret.

Se trata de un conjunto formado por dos bloques longitudinales y paralelos que liberan en su interior un largo patio ajardinado a modo de calle, donde se sitúan los núcleos de comunicaciones verticales, con escaleras de un solo tramo. El programa residencial contempla soluciones de tres o cuatro dormitorios con ligeras variantes, y dispone de comedores en una única pieza con sus correspondientes cocinas, que contaban con persianas enrollables para su posible separación. El ajustado presupuesto explica un dimensionado extremadamente reducido y la ausencia de ascensores para cinco pisos, aprovechando el límite legal entonces establecido en 14 metros de altura.

El sistema constructivo presenta muros de carga de un pie de espesor, siempre perpendiculares a la fachada y con separación de crujía de 3,45 m. Como era frecuente en aquel tiempo, los forjados tienen viguetas de ladrillo armado y bovedillas cerámicas. La cubierta se resuelve con uralita.

Aunque en la actualidad deteriorado, como su entorno urbano, el grupo Stella Maris mantiene el interés arquitectónico de su rigor en planta y de una imagen de cierta modernidad, hoy bastante desvirtuada, y caracterizada por los elementos inclinados que sugieren el apoyo de los voladizos de las terrazas.
Carmen Jordá