Estación de servicio Petróleos Porto Pi

La estación de servicio Porto Pi constituye una de las obras pioneras del movimiento moderno en España junto al Rincón de Goya, de Mercadal, y la vivienda para el marqués de Villora, de Bergamín, todas ellas de 1927. Además, su autor fue un precursor en la formalización de una tipología para este nuevo uso que, en Madrid, con 18.000 automóviles, ya era necesaria.

Constaba la gasolinera con escasos elementos: un pequeño edificio de una planta con un lugar de exposición de automóviles, una oficina, un dormitorio y unos aseos, dispuestos en forma de U; una torre lateral, en realidad un altavoz, sobresalía del conjunto. Los surtidores se alojaban bajo una marquesina de planta de hipódromo ejecutada en hormigón armado de canto mínimo; se sostenía por cuatro pilares con vigas amarteladas. Otra pequeña visera elevada sobre la anterior protegía el acceso a la edificación y ocultaba la cubierta inclinada.

El propio arquitecto definió su obra “sin estilo”: si la torre evoca la construcción naval, las marquesinas tienen la impronta de las nuevas aeronaves, ambas fusionadas con un expresionismo de cuño futurista y un estructuralismo de rasgos austeros.
Demolida en 1977 para edificar en su solar, fue reconstruida en 1996. Alberto Sanz Hernando. Servicio Histórico, Fundación Arquitectura COAM