Edificio de viviendas (alameda Recalde)

En el capítulo de la residencia burguesa, Tomás Bilbao elaboró una serie de proyectos durante la década de 1930 que, tipológicamente, fueron adaptándose tanto a los hábitos domésticos como a las particulares condiciones de los solares del ensanche. El bloque de viviendas en Henao, para Vicente Senosiáin y su padre Patricio Bilbao, es un ejemplo de vivienda de superficie media en esquina, desarrollada en altura. Es casi contemporáneo al proyecto posterior de las viviendas en Licenciado Poza, y en este caso ya se ensayan los cambios tipológicos que el arquitecto irá introduciendo de forma paulatina en el programa de la casa. El bloque consta de dos viviendas en cada planta, de cuatro o tres dormitorios, baño completo, vestíbulo, hall, cocina y dormitorio de servicio. La separación de circulaciones entre familia y servicio está presente en todas sus distribuciones, y es precisamente en las superficies de paso, el vestíbulo y el hall donde Tomás Bilbao explora soluciones que difieran de las convencionales. Así, cada vivienda está dotada de un generoso vestíbulo y de un hall central aún mayor, que deriva de un pasillo lo suficientemente dilatado como para que se convierta en un espacio de ambigüedad funcional, puesto que puede servir tanto de lugar de paso como de estancia. Una chimenea situada en el hall de una de las viviendas acentúa este carácter de permanencia y, además de calefactar toda la casa, es también una referencia simbólica al hogar central de los tradicionales tipos residenciales.

En el exterior, el bloque de viviendas de Henao articula su progresión en el manejo de un léxico depurado de fachada, ya que, junto a la sobriedad de los elementos decorativos, emplea formas sencillas basadas en la curva o en la línea para enfatizar algunos aspectos del edificio o para responder a determinados puntos de vista. Siempre en coherencia con su preocupación escenográfica hacia el contexto urbano, en este caso la curva de la fachada se utiliza adecuadamente para resolver el chaflán típico del solar en esquina de ensanche, mientras que las líneas horizontales se emplean en las estrechas calles que lo limitan, conseguidas mediante la unificación longitudinal de los huecos aunque para ello haya que trasdosar un paño ciego con persianas .
Asier Santas Torres