Colegio Espíritu Santo de la ONCE

El actual Centro de Recursos Educativos de la ONCE, heredero del antiguo colegio del Espíritu Santo, es un complejo docente sito en la periferia norte de la ciudad de Alicante, recayente a la carretera nacional N-332. Está organizado con la idea de campus escolar: dispuesto sobre una explanada en ligera pendiente y conformado por diez edificaciones esparcidas según un orden perpendicular sobre un área ajardinada con diversas funciones ─pinada, recreos, pistas, juegos, etc.─, y a playas para aparcamiento. El centro acusa el principio de especialización funcional: a cada bloque corresponde un solo uso. La disposición de estos sobre el tapiz verde, vinculados entre sí con pérgolas que protegen del sol y de la lluvia, a pesar de responder a un programa de necesidades que se divide niños y niñas, no acusa simetría; este tipo de eje solo aparece en el edificio de residencia. El conjunto representa los ideales del movimiento moderno por la exclusividad de uso de cada pabellón ─recepción, residencia, aulas, gimnasios, piscina, salón de actos, capilla y viviendas─, y su libre disposición sobre una retícula que separa viales rodados y caminos peatonales, patios de recreo, canchas deportivas y zonas verdes. Alguno de los bloques, prismáticos y bien orientados solarmente, se despega del suelo con plantas parcialmente diáfanas y cuenta con viseras de protección. Los materiales de acabado y revestimiento, que incorporan los productos industriales ─aluminio, ladrillo, gresite, etc.─, se colocan configurando planos geométricos ortogonales. Además, los pórticos de la estructura, que ritma todos los volúmenes, quedan a la vista, incluidos los pronunciados cantos de las vigas que cubren los grandes vanos del salón de actos y la singular capilla ─con obras de Adrián Carrillo─, los gimnasios y la piscina. En resumen: una ordenación por piezas aisladas, donde cada pabellón se especializa y se compone desde la sinceridad de la estructura, uniformemente modulada, dispuestas sobre una trama verde con un jardín funcional a su servicio. El campus docente ya no funciona como tal y corre riesgos de sustitución por una nueva propuesta urbanística.

Andrés Martínez-Medina