Clínica Sant Jordi

Ribas i Seva había sido socio estudiante del GATCPAC durante la Segunda República, período en el que ya construyó un bloque de viviendas en la calle de Balmes que demostraba su estilo abstracto y esencialista, características que también se pueden encontrar en esta clínica. La organización en planta sitúa los bloques de habitaciones paralelos a las dos calles, formando un ángulo que deja un patio interior muy generoso. En la intersección se sitúa el núcleo de comunicaciones verticales y los pasillos en forma de V. La composición resultante es completamente simétrica y el testero aparece como la proa de un barco, que ancla el edificio y sigue la estética de la máquina, uno de los postulados más determinantes del Estilo Internacional.

El testero es básicamente opaco, está revestido de piedra y rematado con una pérgola que acentúa el componente vertical. En cambio, las fachadas laterales son muy vidriadas, con un sistema de balcones alargados y voladizos que configuran la protección solar. Las barandillas y marquesinas de estos elementos también son de vidrio y armonizan con el resto de la fachada. La estructura combina pilares metálicos, expresados en fachada, con elementos de hormigón y cerámica armados. Xavier Llobet i Ribeiro

En 2013-2014 el edificio ha sido completamente alterado, tanto en el interior como el exterior, perdiendo sus valores originales, para albergar un nuevo uso de viviendas y residencia para personas con dependencia física.