Centro parroquial para los Padres Dominicos

La Iglesia y Centro Parroquial Santo Domingo constituye uno de los más importantes conjuntos de arquitectura moderna de Burgos. Como en toda obra lograda, es fruto de la ambiciosa visión conjunta de un promotor y un arquitecto. El primero, la orden de Predicadores (o Dominicos), siempre ejemplar en su apuesta por la arquitectura moderna en todo el mundo. El segundo, un arquitecto miembro de la orden nacido en Jaén, Fray Francisco Coello de Portugal.

Desde la calle Vitoria, la iglesia en forma de abanico se percibe como el volumen dominante, con carácter y escala públicos. Muestra al viandante su punto más elevado, con una sencilla cruz metálica sobre una rotunda textura de hormigón que interiormente se corresponde con el presbiterio. Esta primera respuesta, de escala urbana, se complementa con una segunda, más privada o incluso doméstica, que descubrimos tras aproximarnos y ascender varios peldaños. Una vez aquí, el centro parroquial delimita, junto con la iglesia, un espacio de transición con vegetación, a modo de patio ajardinado retirado del bullicio de la ciudad. El edificio ofrece su cara más amable y protectora, como preámbulo al espacio de culto.

Ya en el interior, la iglesia sorprende por su tratamiento de la luz natural, focalizada sobre el presbiterio, pero también sobre la zona de acceso, más baja. El presbiterio principal se prolonga sutilmente para generar el de la pequeña capilla aneja. Destacan tanto el diseño de distintos elementos de mobiliario, perfectamente integrados en el conjunto, como las vidrieras de vidrio y hormigón, obra del padre Domingo Iturgaiz.

Edificio de geometrías claras, sencillas y abstractas del que emanan la austeridad, modestia y humildad predicadas por los dominicos. Conjuga magistralmente y dignifica una paleta de materiales industriales que, por separado, podrían resultar incluso banales: un modesto bloque de hormigón en fachadas, placas de fibrocemento de gran formato y chapa de zinc en cubiertas, perfiles de acero laminado en H para la cruz, chapa grecada de acero en color gris en puertas o un terrazo estándar que pretende pasar desapercibido en suelos.

Enrique Jerez Abajo y Arturo González de la Fuente