Centro de Formación del Profesorado de Enseñanzas Media y Profesional

El edificio incluía tres cuerpos independientes —pabellón de acceso, edificio de administración y dos laboratorios— formando una L y conectados por galerías, y otro cuerpo al sur, el edificio de aulas, con forma de T y vinculado por otras dos galerías similares al resto. La disposición de estos tres edificios conforma unos patios ajardinados.

La disposición abierta de los diferentes elementos de escasa altura, articulados mediante los espacios libres y conectados por las galerías, fue justificada por Fisac debido a las características del emplazamiento, topografía plana y programa propuesto. La utilización de las premisas espaciales del Movimiento Moderno en la organización de los patios abiertos se superpone a recursos compositivos de la arquitectura hispanomusulmana, como la ordenación perpendicular de las piezas y de los patios ajardinados, que Fisac relacionaba con la composición de La Alhambra.

Los cuerpos alargados y las galerías se integran con los dos laboratorios con forma de sector circular, que rememoran las aulas magnas de las facultades cercanas. La utilización de paños de ladrillo visto y la estricta modulación de los huecos contrastan poderosamente con la ligera curvatura de las sorprendentes galerías de hormigón, delimitadoras virtuales del elaborado paisaje artificial creado por Fisac que, a su vez, se abren al entorno natural de Madrid.

Constructivamente, se emplean dos materiales principales: el ladrillo visto y el hormigón, que emplea, como es habitual en el arquitecto, expresando al máximo sus cualidades físicas.

El edificio posterior, ampliación del conjunto de Fisac, se destinó para Facultad de Ciencias Políticas y Sociología. Se organiza con un cuerpo alargado de cuatro alturas y abierto al edificio anterior, y tras él se desarrollan escalonadamente dada la fuerte pendiente del valle del Manzanares una serie de terrazas con patios que iluminan la compacta planta. En el exterior, se dejan vistos la estructura de hormigón y los paños de ladrillo, que le dan una fuerte imagen brutalista.
Alberto Sanz Hernando. Servicio Histórico, Fundación Arquitectura COAM