Casa Múgica

Agrupación de vivienda colectiva que responde a una de las tipologías que más utilizó Peña Ganchegui en su dilatada carrera: la del edificio aislado de escalera única y planta cuadrada, en el que las viviendas, dispuestas sobre un zócalo murario, se rematan con cubierta inclinada y se rodean en todo el perímetro con balcones corridos, definiendo una envolvente ligera virtual mediante la superposición ritmada de perfiles metálicos que los conectan con el alero. Alberga en este caso seis viviendas distribuidas en tres plantas, con un núcleo central al que se accede en planta baja desde el basamento, elemento de geometría independiente que articula el edificio con el entorno, tanto a nivel volumétrico como funcional.

Desde el punto de vista plástico, el recurso al balcón corrido permite definir de forma nítida la imagen de volumen ligero sobreelevado, flotando sobre el zócalo que le sirve de apoyo, dejando en segundo plano el cerramiento de ladrillo caravista, interrumpido de forma pautada por los huecos que lo rasgan de suelo a techo. Corona el conjunto una cubierta a cuatro aguas rematada con un lucernario que, al tiempo que cumple el cometido de iluminar la escalera, permite resolver constructivamente la cumbrera de forma más limpia de lo que habría permitido la teja.

En lo que respecta a la organización funcional, la planta se distribuye de forma simétrica, con sendas viviendas idénticas, situando los cuartos húmedos y las circulaciones en torno a la escalera de acceso, la cocina-comedor y el estar alineados, ocupando el lado abierto al valle, y los cuatro dormitorios formando una ele en los dos lados restantes.

A pesar de su enorme sencillez y economía de medios, de la racional organización de los elementos estructurales, compositivos y funcionales se desprende una imagen de una elegancia y una poética aún hoy apreciables, que la distinguen como una de las obras emblemáticas de su autor en la búsqueda de un lenguaje propio, acorde al tiempo con la los postulados de la modernidad y la herencia de la tradición arquitectónica local.

Rocio Peña y Mario Sangalli