Casa de Lacasa

Este edificio está enclavado en una zona caracterizada por los abundantes ejemplos de arquitectura moderna, cuyo auge se vio favorecido por la gran cantidad de proyectos nuevos que se realizaron en la ciudad a partir del año 1932, como consecuencia del premio de lotería que cayó en la ciudad. En este caso, la situación como cierre de la manzana es aprovechada para abrir hacia el parque los huecos principales y para trazar en el ángulo un cuerpo volado y permeable en el que dispone amplias terrazas, limitadas por cuerpos laterales y cerradas posteriormente por un acristalamiento continuo. La composición horizontal que se consigue en el juego de vanos y macizos contrasta con la disposición vertical de una banda de ladrillo que delimita las terrazas.
Fernando Aguerri Martínez y Carlos Buil Guallar