Barrio de la Pasteleira, solar E

El programa establecido para el inmueble no difiere de los patrones habituales de las viviendas en rellano destinadas a la clase media: veinte unidades residenciales con garaje individual, y el apoyo de una vivienda para el portero. Cada vivienda está formada por una sala de estar, tres dormitorios y un baño, cuarto de servicio con baño, cocina y lavadero.

Con limitaciones volumétricas definidas por las condiciones de venta del terreno, la constitución de cada unidad, asignada por sorteo al inicio de la construcción, revelará un beneficio evidente de la superficie atribuida a las salas de estar en detrimento de los dormitorios. Cada un unidad de vivienda abarca dos plantas: en el nivel de entrada, en la cota superior y con amplios vanos orientados al sur, se encuentran la sala de estar y la zona de los dormitorios; en el nivel de cota más baja, con fachadas orientadas al norte, se encuentran la zona de comedor, la cocina, el lavadero y el cuarto de servicio con baño. Este último, totalmente independiente, está conectado mediante un pequeño atrio a la zona de entrada. La diferencia de cota existente entre las plantas del apartamento permite crear una entrada de servicio independiente a partir de los descansillos de las escaleras utilizando un pequeño artificio. Las viviendas de la parte superior del edificio obedecen a un esquema similar y al que corresponderá una formalización diferente, especialmente en lo que respecta a la organización espacial de las salas y a la relación de estas con los balcones.

El edificio tiene paredes exteriores de ladrillo macizo visto y paredes de granito en el basamento. Los elementos vinculados de forma más directa a la estructura — pilares, paños del balcón, parteluces y platabandas — están revestidos con hormigón prefabricado «Cavan», en lugar del hormigón visto inicialmente previsto.
Sérgio Fernandez