14 viviendas Gº1º y comerciales

Convertido ya en un referente en la ciudad, en la que se califica popularmente a estas viviendas como la casa de los picos, desde su construcción fue un testimonio de una arquitectura moderna muy bien aceptada por la crítica popular.

El desarrollo en planta de las catorce viviendas organizadas en siete plantas, indaga más allá de las condiciones limitadas exigidas por la normativa de viviendas de protección oficial.  Su distribución, dentro de un solar acuñado, se resuelve en espacios interiores totalmente regulares, salvo en el encuentro de las habitaciones volcadas a la fachada principal.

La condición de desarrollar la fachada principal en una orientación norte se convierte, en este proyecto, en un juego geométrico de muros plegados, consiguiendo tomar luz y sol deleste y oeste. La variación de la distribución en planta, con la utilización de los “picos de la fachada”, ofrece una diversidad compositiva al encajar al tresbolillo los volúmenes con los vacíos. Este zigzag compositivo se unifica de modo singular con las viviendas de la última planta. La dualidad con la que juega en planta se muestra en la composición de volúmenes de la fachada, dualidad que se mantiene entre el hormigón y el ladrillo como diálogo entre la estructura y el cerramiento.

La respuesta constructiva y estructural del edificio coordina plásticamente sus elementos principales: estructura de hormigón armado mostrada en fachada en los cantos de forjados, con el aparejo de ladrilla cara vista aplantillado para el encuentro de sus esquinas. La carpintería metálica se resolvió mediante paños correderos. El acabado superior señala la estructura de hormigón de su alero que remata de forma rotunda. El uso y la muestra de estos dos materiales en estructura y cerramiento, hormigón y ladrillo es, a la vez que una evidencia de su sinceridad constructiva, su valor de modernidad principal 

Construida entre 1974 y 1975, conecta formalmente con el edificio de viviendas en  Madrid de la calle Churruca 5, de Alfonso Fernández Castro y Manuel Guzmán Folgueras, obra de la década anterior, 1962-1964.

Daniel Villalobos Alonso