Mirador de San Agustín

En los años 60 se inician en el sur de la isla las primeras construcciones turísticas. El bloque adaptado a las condiciones locales es usual en algunas arquitecturas turísticas del sur de la isla como por ejemplo el edificio Mirador de Sanchez Murcia en San Agustín, en una zona de acantilados conocida como morro Besudo.
El edificio consta de dos piezas longitudinales articuladas por el núcleo vertical de comunicaciones, generando un espacio libre en el interior de la parcela que corresponde a las zonas comunes. Esta división en dos piezas, desvirtúa la potente geometría del bloque de mayor tamaño, que se posa en las rocas del acantilado casi como un objeto abstracto.
Éste se presenta como un bloque de cuatro plantas y testeros ciegos con fachada de estructura tramada y repetitiva, mostrándose como una pieza escultórica que emerge limpiamente del paisaje natural. Un discreto muro de piedra de la zona, sirve de basamento a la pieza que vuela ligeramente sobre él.
Las fachadas posteriores se resuelven mediante celosías que a modo de tamiz, protegen los corredores que sirven de acceso a las habitaciones, recordando algunas arquitecturas brasileñas como las del Lucio Costa.
María Luisa González