Farmácia e laboratório Pasteur

Keil do Amaral, promotor del histórico Inquérito à Arquitectura Popular Portuguesa realizado en la década de 1950, partidario tenaz del movimiento de renovación y del movimiento moderno, realiza en Oporto una de sus escasas obras en el norte del país. Se trata de una obra de carácter contemporáneo, pequeña, pero emblemática, en una zona con una densa historia urbana, y que contrasta de forma visible con la iglesia barroca y la Torre dos Clérigos por un lado, y con la innovadora Farmacia Vitália por el otro. La fachada se caracteriza por la alternancia de llenos y huecos, que subraya de modo explícito la diferencia de lenguaje y materiales respecto a los edificios que la flanquean. Los vanos de las plantas superiores son grandes marcos que muestran las posibilidades de la estructura de hormigón armado. La colocación de un bajorrelieve en las partes central y superior del edificio recupera una imagen «clásica» que acentúa, a través de las sutiles líneas de los marcos y de un rebaje en el plano de la fachada, una verticalidad que se opone a la horizontalidad de las cornisas de hormigón en voladizo. La creación de un acceso lateral mantiene la autonomía entre la planta baja y las superiores, permitiendo de este modo una diversificación de los tipos de uso, a imagen y semejanza de la baixa, o centro comercial de la ciudad.
Fátima Fernandes/ Michele Cannatà