Fábrica Hijos de Paulino Moreno

El 23 de octubre de1959 el Consejo de Ministros aprobó la declaración de Guadalajara como núcleo urbano preferente para la descongestón industrial de Madrid. Esta decisión dio lugar a la creación de los polígonos industriales del Henares y del Balconcillo. La primera de las empresas que se instaló en este último fue la del empresario Paulino Moreno que se dedicaba a la fabricación de molduras para automóviles, con una plantilla que llegó a alcanzar los 400 empleados.

De este proyecto, formado por dos cuerpos de oficinas acristalados y una amplia nave rectangular de estructura metálica, se hizo eco la prensa oficial. Al igual que con Vicasa en Azuqueca, Pando Barrero documentó el proyecto y la obra recién terminada con sus modernas oficinas acristaladas rodeadas de un jardín que penetra en el interior a través de dos patios acristalados. La nave se desarrolla junto al rio con cubierta en diente de sierra y cerramiento de bloque de hormigón que incorpora un repetitivo pero eficaz juego de pilastras, Durante los primeros años de la década de 1970, el polígono llegó a acoger a numerosos concesionarios y empresas  relacionadas con el automóvil hasta el punto de llegar a organizarse, en el propio polígono, un circuito urbano.

El edificio ha demostrado a lo largo de los años su versatilidad y lo acertado de sus soluciones como industria escaparate aunque ha visto diluirse su imagen original como consecuencia del fraccionamiento de la propiedad, la incorporación de llamativos elementos publicitarios y la incorporación de un peto metálico en la nave.

Javier Herce