Edificio Tiro Pichón

El proyecto vino condicionado por dos factores primordiales, la visibilidad perfecta hacia las canchas de tiro tanto desde su interior como desde sus espacios exteriores y el aprovechamiento máximo de las excepcionales condiciones panorámicas que se disfrutan desde su emplazamiento. Basándose en un detenido estudio de estos dos condicionantes, se concibió un edificio descompuesto en múltiples planos y terrazas para obtener una gran variedad de ángulos de visión tanto hacia las canchas de tiro, como hacia las restantes instalaciones deportivas y el privilegiado pinar que lo circunda.

La exigencia de construcción de las instalaciones en seis meses aconsejaron la estandarización de todos sus elementos constructivos, la modulación estructural y la máxima simplificación en los materiales utilizados. Asimismo, las limitaciones presupuestarias desaconsejaron cualquier alarde arquitectónico o estructural. Para satisfacer estas premisas, se partió de un trazado estructural modulado sobre una malla cuadrada de tres metros de lado, sobre la que se obtuvieron sin dificultad los diferentes niveles que exigían las condiciones de visibilidad del edificio. Dentro de este esquema inicial, se desarrollaron los diferentes elementos constructivos que habían de delimitar los espacios exteriores e internos y en los que se utilizaron solamente cuatro materiales de construcción: ladrillo sílico-calcáreo de siete centímetros en paramentos exteriores e interiores, luna pulida sobre carpintería metálica normalizada en perfiles de cuarenta milímetros, piezas de cemogrés en pavimentos y remates y paneles chapados de madera de ukola para los cielorrasos.

Ricardo Hernández Soriano