Colegio de las Francesas

El diseño del colegio se basa en un trazado regulador de retícula estructuralista, cuya idea había evolucionado en el estilo de Vallejo Álvarez desde la arquitectura decimonónica de muros de carga. Este autor había sido precursor del primer racionalismo español asociado a la Ley Salmón y paulatinamente asumió que la composición mediante la superposición de una trama geométrica y la aparición de la retícula provocada por la linealidad de los nuevos materiales estructurales (hormigón y acero) habría de tener como consecuencia un lenguaje arquitectónico también de trama.

En la historia de la arquitectura española, esta posibilidad había sido anticipada por Saénz de Oiza, en el concurso para la Delegación de Hacienda de San Sebastián, y utilizada por Cabrero, el mismo año de la redacción del proyecto que nos ocupa, en el edificio del diario Arriba. La consecuencia obvia que el entendimiento del edificio como trama espacial habría de tener, su isotropía direccional, fue intentada por el mismo Cabrero en su Pabellón de Exposiciones de la Casa de Campo de Madrid intentó plasmar, aunque no lo consiguió porque su cubierta a dos aguas malogró la identidad de fachadas en todas direcciones.

En este edificio Vallejo,  consciente  de  la limitación que imponía la unidireccionalidad de la estructura,  cierra  lateralmente  los  volúmenes mediante  muros  de  ladrillo  de  importante  masa,  que aligera intercalando hiladas de distinto grosor en el pesado aparejo flamenco.

Fernando García Lozano