Seminario Menor del Sagrado Corazón de Jesús y Nuestra Señora de Belén

Las ventajas que ofrece la separación respecto a la gran ciudad, la bondad del clima por la cercanía al mar y las cualidades ambientales de un entorno próximo al parque de Doñana fueron determinantes para la elección del emplazamiento del seminario menor. La orientación a levante de la capilla determina la del resto de los edificios del conjunto, con bloques exentos comunicados entre sí por una pérgola que hace las funciones conectivas de los claustros porticados de la arquitectura monástica.

Tratándose de una inspiración consciente en las fuentes de la historia, Fernando Barquín no renunció a tomar la arquitectura religiosa como campo de experimentación privilegiado para una arquitectura racional. Recogiendo las tendencias de reformulación de la modernidad que surgieron en los años cincuenta, Barquín se deja impregnar en el campanario por la elegancia estilizada de la Italia del momento, del gusto por la calidez del ladrillo y de la piedra que llegaba del ámbito nórdico y de la influencia notoria en el manejo de la luz que Ronchamp supuso para los edificios de culto de la época. Una humanización de la arquitectura que se llevaba hasta sus últimas consecuencias en la relación del seminario con una exuberante vegetación, entendida como marco óptimo para la introspección del programa.
Plácido González Martínez