Memoria
La Azucarera de Alagón se fundó en 1900, en pleno auge en España de esta industria agraria, que aprovechó las ventajas que le proporcionaban el suministro de remolacha procedente de la huerta del valle del Ebro y la línea de ferrocarril que discurre en paralelo a la misma y constituía un medio de transporte óptimo. Su funcionamiento fue floreciente y, fruto del mismo y con el tiempo, pudo mejorar y ampliar sus instalaciones.
Entre estas ampliaciones posteriores se encuentra la Nave de la Pulpa, destinada a este subproducto de la fabricación del azúcar, con el fin de secarlo y almacenarlo.
El edificio es un logro funcional con una planta de 90 x 18 m y 10 m de altura. Se construyó sin juntas de dilatación, tal como se venía haciendo desde la tradición constructiva, pero se utilizaron nuevos materiales. Se utilizó el tapial de hormigón en masa y ladrillo y las bóvedas tabicadas de tradición mediterránea en grandes luces, pero con la ayuda de vigas aligeradas –en lugar de cerchas– de hormigón armado, conformando un edificio sin fin que, sin embargo, se integra perfectamente en el conjunto edificado variopinto y decimonónico del resto de la azucarera. El programa se resolvió con materiales no combustibles, más apropiados que las estructuras de hierro de la implantación original.
Es esta nave una construcción porticada, de doble crujía, donde los esbeltos muros de cerramiento asumen el papel de arriostramiento horizontal de los empujes del abovedamiento de su techumbre. Sólo los tramos finales que no se autoequilibran se construyeron con una solución de muros de ladrillo atirantados, que permitieron definir los testeros como fachadas principales de entrada y salida de los vagones del ferrocarril.
Fernando Aguerri Martínez
Uso original: Uso industrialIndustria
Reportaje fotográfico:
Categoría: Nivel A
Registro: La arquitectura de la industria