Lago do Campo Grande

Esta obra cierra todo un ciclo de investigación del autor: desde la fascinación por la arquitectura holandesa a la que se rinde homenaje en la plasticidad de la torre, a la exploración inteligente del material, como en la arquitectura popular, pasando por el gusto por la reinvención del diseño y los detalles de construcción en un contexto de deliberada naturalidad. La plasticidad del ladrillo se ve enfatizada por la calidad de su textura, casi táctil, en contraste con los soportes de hormigón visto, originando una eficaz relación entre luz y sombra. Concebida con la ligereza de una piscina al aire libre para niños integrada en un jardín ameno, a los volúmenes fragmentados de la cubierta de los vestuarios sigue, perpendicular, el plano limpio y horizontal de los servicios, rematado por la torre de tratamiento del agua, vigorosa y plástica. El conjunto forma una L que rodea el amplio núcleo central del espacio abierto de las piscinas. Por otro lado, la entrada y el pequeño bar transparente participan de la fluidez del espacio. El enfoque orgánico del emplazamiento y la escala humanizada se complementan con los diseños de los detalles, desde los bancos de los vestuarios, a la escultórica fuente, que todos los lisboetas que fueron niños en la década de 1960 recuerdan con nostalgia, dada la degradación y transformaciones lesivas que ha sufrido. Ana Tostðes