Gran Hotel de Jaca

La construcción del Gran Hotel de Jaca apoyaba la gran demanda de alojamientos que en aquella época reclamaba el fenómeno turístico en lugares con alto valor histórico, cultural y paisajístico, como el Pirineo aragonés.

Situado en una amplia parcela del primer ensanche junto al casco histórico, se proyectó exento, rodeado de espacios libres y organizado en dos volúmenes maclados de distinta naturaleza formal que acusan su función. El cuerpo de seis alturas contiene las habitaciones y se convierte en la pieza protagonista del conjunto, alzándose con su geometría curva en busca del sol y del valioso paisaje de la peña Oroel. Su expresividad se enfatiza hacia el sur mediante la seriación de esbeltas pilastras de piedra y de las terrazas de las habitaciones bajo el gran alero sustentado por jabalcones de madera. El cuerpo de planta baja y semisótano, que responde a una alineación más urbana, alberga el porche de acceso, las zonas comunes y los servicios del conjunto.

Su funcionalidad, racionalidad constructiva y sabia utilización de los recursos y materiales locales hacen de esta obra un brillante ejercicio de reinterpretación de la arquitectura tradicional pirenaica desde la modernidad.
Alejandro Dean, Castellanos y Marta Delso Gil