Conjunto Urbano Vává

Filipe Figueiredo y José Segurado proyectan en 1952 el cruce de dos de las avenidas más importantes del barrio con cuatro grandes bloques de 13 plantas, dispuestos en una línea perpendicular que se enfrenta a la plaza prevista en el plan. El programa funcional apuntaba también a una solución típica de «unidad de vivienda»: galerías interiores, viviendas mínimas, dúplex, terrazas transitables. La séptima planta, situada en el nivel central del edificio, estaba tratada formalmente como una altea de separación que marcaba la planta comercial, terciaria y de servicios. Sin embargo, la ejecución la transformaría en un programa residencial tradicional, anulando la planta central de servicios, y trasladando los usos comerciales a la planta baja. No obstante, se mantuvo la vibrante expresión formal desarrollada con una profesionalidad rigurosa, plegando la aleta de separación de los dos volúmenes, utilizando el vibrante colorido del magenta, empleando una gran diversidad de materiales y texturas, así como un diseño escultórico en los balcones a modo de cajas que sobresalen de la fachada. 

Ana Tostões