Denominación actual: Parroquia Nuestra Señora del Aire
Autoria: Juan Aurelio Boix Serrano
Colaboradores y detalle autoría:
Memoria
Según el propio Juan Boix, autor del proyecto, el complejo parroquial Nuestra Señora del Aire surge de la introducción de un amplio programa en un potente paralelepípedo, resultado de la aplicación sobre el terreno de las Normas Urbanísticas vigentes, relativas a ocupación, edificabilidad y retranqueos, que marcan los límites a la hora de diseñar los elementos que componen el programa de necesidades. Estos se organizan según las necesidades funcionales, operación que genera llenos y vacíos que proporcionan una gran diversidad y riqueza al edificio.
En planta, el volumen se divide en dos zonas principales: una meridional, con cuatro niveles que desarrolla el programa del centro parroquial, viviendas y capilla, y otra septentrional, con tres niveles, con iglesia a doble altura, salón de actos en la planta semisótano y salas del centro parroquial en la segunda. En cada uno de estos sectores se disponen dos escaleras exentas en el exterior que comunican los cuatro niveles. Todo ello, con un cuidado diseño de todas las fachadas para conseguir, que aun siendo estas diferentes, preserven la armonía del conjunto.
Se accede a la iglesia por una escalinata y por una rampa exterior, que permiten alcanzar a un pequeño porche, enmarcado por la escalera exterior oriental y un delicado cuerpo de campanas de hormigón visto. El atrio previo a la iglesia es generoso y de doble altura. El altar se dispone en el eje de acceso y ocho columnas de sección circular de seis metros de altura configuran un paso perimetral. De ese modo, la iglesia queda circunscrita en el volumen del centro parroquial y no destaca al exterior, excepto en la sacristía, pues queda limitada por tres grandes paños ciegos. Se ilumina mediante unas ventanas llagadas horizontales sobre dos de los muros exteriores y otras horadadas en el tercer paño, tras el altar.
Al sector meridional de la iglesia se accede desde una de las escaleras exentas, la oriental, que salva el desnivel desde la calle a la planta baja del conjunto. En ella se sitúan los despachos parroquiales y una capilla con entrada desde la iglesia. Sobre ellos, en la planta primera, dispone el autor dos viviendas de dos dormitorios para los sacerdotes, comunicadas por un paso sobre la iglesia que lleva a la escalera occidental. En el segundo nivel, comunicado mediante las dos escaleras exteriores, se encuentran varias salas de reunión, la biblioteca y una terraza.
En la planta semisótano, además del salón de actos ovoidal, se dispone un club para ancianos, almacenes y un porche a modo de garaje.
El control climático está muy trabajado mediante la configuración de los huecos. Así, el edificio se cierra al norte y aprovecha el sol invernal mediante aperturas y terrazas meridionales, pero siempre con el filtro de los brise-soleils, que proporcionan al exterior una piel vibrante al edificio.
Son múltiples los recursos formales utilizados por el autor, Juan Boix, para lograr que un paralelepípedo de este tamaño resulte un volumen atractivo. Los juegos de sombras, la pureza de los huecos y los acabados de los muros junto a la limpieza de conexión de los distintos cuerpos convierten en este edificio en una magnífica muestra del estilo en Madrid.
Alberto Sanz Hernando, Clara Jaume Santero y Juan Aurelio Boix Serrano
Uso original: Uso religiosoCentro religioso
Reportaje fotográfico:
Categoría: Nivel A
Registro: Ampliación temporal, 1965-1975
Bibliografía:
- BOIX SERRANO, Juan Aurelio, “Siempre trabajé así. No solo dibujos”, en Conarquitectura, Madrid, 2020.