Casa José Braga

Con una fachada y unos espacios lecorbusianos en una calle tradicional de la ciudad, la casa se afirma como una pieza plásticamente pura por el rigor geométrico de la fachada de composición libre y la ventana horizontal. El edificio está insertado en una zona de continuo urbano y armoniza la línea de su sección con la del edificio contiguo, de principios de siglo, al tiempo que actúa como elemento de transición a los edificios colectivos que se construyen a partir de esa época. Articulada en tres plantas, aprovecha el desnivel del terreno creando un espacio ajardinado situado a una cota más baja que la de los recorridos desarrollados cinéticamente en pendiente; espacio que funciona como zona de transición que libera la superficie de la planta baja como zona verde. El principio de la planta libre y de los trazados reguladores se organiza según el rigor estructural del nuevo proceso constructivo: estructura modular e independiente. Un bajorrelieve de Júlio Pomar alegra el muro del jardín trasero hacia donde está orientada la sala acristalada protegida por un brise-soleil.
Ana Tostões