Los enfrentamientos entre ciudades son propios de la cultura artística y arquitectónica. Nueva York robó la idea de arte moderno a París. La Florencia renacentista construyó su identidad obsesionada por despegarse del pasado de Roma. Liverpool pretendió superar a Londres. Son algunos ejemplos de ciudades que buscan reflejos en otras que le sirvan de base para legitimar su proyecto en las distintas posibilidades que contiene este verbo. Y mientras nuestro momento presente se ocupa de mostrarnos la enorme polarización ideológica de los proyectos nacionalistas que han construido la identidad de la península ibérica en la Edad Moderna, el curso pretende desglosar las relaciones que la arquitectura hace visibles, centrándose en las dos ciudades más representativas de esta situación: Madrid y Barcelona.
Dirigido por el catedrático Josep M. Rovira y organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Barcelona.
Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, del 17 al 19 de junio
