Casa Bernardino

El edificio está situado en el centro comercial y urbano de la ciudad, y consta de planta baja y cinco plantas piso, con una sexta vivienda en el ático retirada del plano de fachada. Se trata de una parcela de crujía estrecha y profunda, cuyos elementos de circulación se encuentran centrados, con dos patios interiores de ventilación a ambos lados. La planta se divide en dos zonas; una, abierta a la calle, y otra, al patio de manzana, que ventila las estancias intermedias hacia el patio interior.

El conjunto está resuelto con gran maestría; y con un solo material en dos únicos tonos, se consigue una obra de enorme calidad, sutileza y fuerza expresiva. La composición es de una extremada limpieza y predominan las líneas rectas. El edificio se resuelve mediante un plano que actúa como telón de fondo, del que sobresale un cuerpo en voladizo que alberga el salón; así quedan ligados ambos elementos por medio de un balcón, que enfatiza la horizontalidad mediante una ventana rasgada en esquina. Las ventanas surgen como una rasgadura continua que contribuye a unir y a dar continuidad a estos limpios planos.

La casa Bernardino supone un paso adelante en la arquitectura racionalista en Asturias. Adopta las herramientas estéticas y compositivas de una manera rotundamente moderna, y resuelve la fachada con extrema sutileza y elegancia con muy pocos elementos. A diferencia de otras de la misma época y estilo, presenta novedades en la distribución interior de las viviendas, con la colocación de armarios empotrados en batería y la inclusión de aseos con duchas y lavabos dentro de las habitaciones.
Alfonso Moral López