Localización: País Vasco España
Memoria
Dieciséis viviendas de amplia superficie y extenso programa forman un conjunto de dos edificios dispuestos en paralelo, situados en una parcela con un jardín también proyectado por Aburto. Las viviendas se distribuyen según criterios domésticos incorporados a lo largo del siglo al programa familiar burgués, como la separación de zonas por funciones —familiar, individual y servicio—, la división de pasos, la especialización de los espacios húmedos —cocina, lavandería y oficio— y la introducción de paramentos móviles. Constructivamente, es interesante el uso de la estructura metálica; las grandes luces que llegan a alcanzar los 7 m y las placas de la cubierta, de 15 cm de espesor.
El conjunto destaca por el tratamiento de las fachadas. Expresión directa de la afición de Aburto por las artes plásticas, e intento personal por dotar de un arte epitelial a la esterilizada estética del Movimiento Moderno, opta por entenderlas como paños expresivos a base de plaquetas cerámicas de diferentes colores. La composición de los lienzos alude a la horizontalidad como manifestación última del hecho arquitectónico, resultado de numerosos estudios compositivos con diferentes franjas de colores. Se muestra al exterior lo que hasta entonces ha pertenecido al interior: la voluntad de romper con la imposición estética del racionalismo y el enriquecimiento artístico de la arquitectura. A través de este mecanismo, lo que hasta entonces era considerado exclusivamente un edificio, pasa a percibirse como un objeto cuyas fachadas son un tegumento continuo próximo a la pintura.
Asier Santas Torres
Uso original: Uso residencialConjunto de viviendas
Reportaje fotográfico:
Incluida en:
Plan Nacional de Conservación del patrimonio cultural del siglo XX Ver ficha
Categoría: Nivel A
Registro: La vivienda moderna