Conjunto industrial Binesa

Gran complejo industrial para la firma de productos farmacéuticos Binesa (Bioquímica Industrial Española SA), realizada en distintas fases en una parcela adyacente a la carretera N-I y formado por un núcleo de fabricación y almacén y otro de vestuario, cafetería, etc. El núcleo de fabricación comprende recuperación de disolventes, tanques de fuel-oil y un depósito elevado. El primer edificio corresponde a la producción básica de Binesa y alberga las instalaciones de fermentación, recuperación de antibióticos, cristalización de los mismos y síntesis de derivados. El edificio de almacén se destina a materias primas y suministros para la fabricación. En una parte de este edificio se ubica el taller de mantenimiento de las instalaciones. También existe una torre de recuperación de disolventes orgánicos utilizados en la recuperación de antibióticos y síntesis de agregados, un depósito elevado de aguas, una caseta de transformadores eléctricos, tanques subterráneos de fuel-oil, unos tanques de almacenamiento de álcalis y ácidos, realizados en acero y situados al aire libre sin edificación ni cubierta alguna. Una caseta alberga la estación de bombeo de agua desde el depósito del río al depósito elevado. Este destaca sobre el conjunto por su composición volumétrica en forma de cilindro macizo de líneas simples; la rotundidad de este elemento vertical imprime un carácter singular a un conjunto que despunta por la sincera exposición de los materiales y la plasticidad de su resolución El núcleo social está formado por las oficinas de dirección y administración de la fábrica, los vestuarios y aseos para los obreros, la cocina y la cafetería para el personal, la caseta de control de entrada o portería, el aparcamiento de bicicletas, etc. Este edificio consta de dos cuerpos que adoptan una disposición en forma de L: uno de ellos ocupado por la zona de vestuarios, aseos, etc., y, el otro para comedor, cafetería y dependencias anexas.

En 1966 se abordó la primera ampliación de Binesa-Pfizer en una serie de construcciones. La de mayor tamaño estaba destinada a la producción de formas farmacéuticas; la pequeña a la preparación de suplementos alimenticios para ganadería y su almacenamiento para la distribución en el mercado. En esta última no sólo se abordaba la manufactura de especialidades farmacéuticas, que comprenden las diferentes presentaciones de antibióticos inyectables de terramicina y sus derivados, sino también el empaquetado del producto para su venta en farmacia. Posteriormente se amplió el edificio existente de la caldera de vapor y se creó un área destinada a centralizar todos los aparatos de tratamiento de vertido industrial para la depuración. De la misma manera se realizó una torre de enfriamiento con dos cuerpos formada por unos entramados para subdividir el agua en dos tramos, recogerla y enfriarla. También se construyó un foso colector del vertido industrial y se amplió la tanqueta subterránea del fuel-oil. Todas ellas son construcciones con cimentación y estructura de hormigón, cubiertas metálicas de chapa de aluminio de tipo triondal y frentes de aluminio ondulado. La parte más noble de la construcción principal es de piedra caliza de color crema; el ladrillo de cerramiento de la parte posterior es de tipo “lasical” sobre zócalo visto de hormigón. Según Rafael de la Joya, el recubrimiento de estos nuevos elementos es diferente al inicial. Hubo una segunda ampliación que consistió en un edificio destinado a las instalaciones de síntesis química para la conversión de los antibióticos producidos; así como sucesivas ampliaciones de elementos existentes. En la actualidad, el conjunto industrial ha sufrido varias transformaciones.
Paloma Barreiro