Memoria
Este edificio responde a un programa característico de las casas-cuartel, híbrido entre laboral y residencial, donde los guardias civiles desarrollan sus labores, fundamentalmente administrativas, y residen junto a sus familias en viviendas o pabellones. De este modo, el conjunto se organiza en dos zonas claramente diferenciadas, formando una L. Por un lado, la zona de acceso con las dependencias oficiales, dos pabellones para los mandos y toda una serie de espacios para los guardias solteros y demás servicios complementarios, y, por otro, el bloque residencial de 18 pabellones para los guardias y garaje-cuadra. El resto de la parcela se destina a espacios libres comunitarios fragmentados en dos niveles, uno a cota de acceso y el trasero al del garaje y cuadra, destinado a vehículos y semovientes.
Su solución próxima a la estética racionalista le otorga un carácter único dentro de la red de acuartelamientos de la Guardia Civil, imprimiéndole un aire de gran austeridad, que se refuerza con la presencia de una torre destacada en esquina, junto con las garitas de vigilancia –acorde con las primeras normativas que, en 1935, aprobó la Guardia Civil sobre sus acuartelamientos–, que inciden en el carácter militar del complejo. Daniel Pinzón Ayala
Uso original: Uso militarCuartelUso residencialResidencia
Reportaje fotográfico:
Categoría: Nivel B
Registro: Los equipamientos modernos