Casa del Dr. Matías Bergua

La Casa Bergua fue encargada por el médico zaragozano Dr. Matías Bergua Oliván al arquitecto Rafael Bergamín, quien firma la documentación existente de esta vivienda particular si bien la autoría ha sido atribuida a Bergamín y Blanco Soler. Se trata de un proyecto redactado con anterioridad a la Colonia Parque de Madrid que Bergamín y Blanco Soler diseñaron entre los años 1931 y 1932 y a la Colonia del Viso diseñada en 1934.

Situada en una zona de expansión urbana de la burguesía zaragozana, la vivienda tiene un claro estilo racionalista, con grandes semejanzas de criterios compositivos y formales con las colonias madrileñas. El programa inicial se desarrolla en una planta semisótano de servicios y cocina, una planta baja que acoge el estar, la biblioteca, el comedor y un office que conecta con la cocina mediante un sistema de elevación mecánica, y una planta piso de dormitorios. La terraza de la azotea vuelca sus vistas sobre la piscina y el Canal. Una entreplanta, coincidiendo con el descansillo de la escalera, aloja una estancia curva que fue un oratorio, bajo la cual se configura un porche de entrada cubierto.

Los dos cuerpos cerrados en semicírculo situados en fachadas opuestas Norte y Sur y con diferente entidad volumétrica dialogan y dan carácter al conjunto. El primero, de menor tamaño actúa como porche de acceso. En su fachada opuesta, la sala de estar, como un cuerpo en curva parcialmente acristalado ofrece las vistas hacia el paseo del Canal Imperial que bordea la finca. Un porche cubierto permitía la comunicación visual con la zona ajardinada. Tuvo  pista de tenis y piscina.

Cuenta con escalera principal y de servicio. La de servicio sirve como elemento vertical destacado: su acabado, frente al revoco verde del resto, es de piedra. El mismo material se emplea en el zócalo y el cerramiento con la calle. El conjunto se completa con una pequeña edificación que estuvo destinada al servicio.

El cerramiento de la parcela es el primitivo así como los rótulos metálicos que señalan el acceso, número, y entrada de servicio.

La vivienda sólo estuvo en uso como tal durante tres años. En la Guerra Civil se utilizó como checa, después fue consultorio médico para transformarse en oficinas más tarde. A pesar de estos cambios de uso, el edificio sigue conservando importantes rasgos que destacan su valor como testimonio vivo de la arquitectura racionalista. 

Belén Gómez Navarro